Para transformarse, finalmente, en un plan compartido. Escuchar todas las opiniones nos hace repensar las nuestras.
Un camino más certero para enriquecer la toma de decisiones.
El reconocimiento de los estilos personales, puestos al servicio de la función a desarrollar. Poner en diálogo las miradas propias de cada puesto de trabajo, facilitando la escucha y la observación.
El clima lúdico que se genera al trabajar con la Metodología LSP, permite que surjan las motivaciones profundas, las que verdaderamente se sostienen en el tiempo y nos sostienen.